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Una instrucción bien comprendida
En su primer Plan de Estudios, Sofía Barat dejó escrito que “la instrucción bien comprendida es, sin duda, uno de los factores más eficaces para educar”. Ya en su tiempo eso no significaba acumular contenidos, sino construir unas bases sólidas y unos hábitos intelectuales que permitieran tener conocimientos bien ordenados, pero sobre todo una capacidad para pensar de manera personal y coherente.
Hoy decimos que no podemos centrarnos en cómo enseñar, sino en cómo se aprende para que el aprendizaje sea sólido y tenga relevancia sentido. Por eso apostamos por el aprendizaje competencial, las metodologías activas y las rutinas y destrezas de pensamiento.
El educador se preocupa de generar experiencias de aprendizaje para que el alumnado adquiera conocimientos significativos, bien conectados, transferibles a nuevas situaciones, potenciando así la adquisición de competencias básicas.
Ofrecemos una educación de calidad, abierta a la innovación, a la renovación metodológica y al desarrollo de proyectos pedagógicos que potencien nuestra línea educativa y nos sirvan de motor de cambio